No sé si alguien coincide conmigo, pero tengo la firme creencia de que la recepción y los baños de un edificio te dicen mucho de la calaña de un lugar.
Particularmente, hay lugares donde no se le da la importancia a la recepción como primer punto de contacto del visitante/cliente/beneficiario/como le quieran llamar, y por ende, la primera impresión que nunca se olvida. Algunos ejemplos son:
- Donde el/la recepcionista está mascando chicle y parece vaca rumiando. Adicionalmente, te recibe con una jeta que llega al piso y no tiene ni la más mínima idea de lo que hacen en ese edificio… mucho menos tiene un directorio.
- Todo lo anterior, más el hecho de que todo el día está hablando por teléfono –por cierto, bloqueando el conmutador y desatendiendo a los visitantes.
- Para colmo de males, todo lo anterior más su música pa’l chacheo a todo volumen. Independientemente de que sea banda, rock, Shakira o lo que sea… con qué derecho le imponen a los visitantes escuchar lo que a ellos les gusta??? Es una cuestión de respeto, no de gusto.
Ya sea oficina gubernamental o empresa, el visitante es importante. Puede ser un potencial cliente, beneficiario e incluso votante. Un poquito de trato digno y respetuoso puede hacer la diferencia, sólo es cuestión de que la cabeza y/o autoridad administrativa tenga un poquito de voluntad.
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