La naturaleza no puede darnos todas las bondades, cuando ves a una chica “perfecta”, difícilmente lo es sin una gota de maquillaje, ni un tratamiento en la cara, cuerpo o cabello. Todas tenemos algo que vemos como “defecto” y queremos corregir, y también tenemos detalles muy bonitos en nosotras que queremos resaltar. Lo único que está casi imposible corregir es cuando tenemos un interior feo, aunque yo quiero creer que quien va a leer esto es mucho más linda en su interior que lo que pueden percibir los ojos. En fin, pasando al ejemplo personal, yo tengo las pestañas largas y gruesas –punto positivo. Lo malo, parecen de tejaban y son muy pesadas. Justo en una pregunta recibida cuando reseñé The Falsies de Maybelline me preguntaron cómo le hago para mantener el rizo, y… creo que me voy a explayar de más. En fin, espero poder responder a la duda de Lupita.
Si bien siempre han sido así, tome plena conciencia de ello hace algunos años, que estuve de intercambio en un país donde nevaba. Un día mientras caminaba empezó a nevar, y al llegar a mi casa me encontré con ojos como de pandita y pestañas de tejaban. Me horroricé por completo, ¿cómo había estado así en la calle? ¿Desde cuándo el rimmel corrido simulando el disfraz panda o mapache era aceptable?
Debía hacer algo al respecto. El mapache se corrige con un rimmel a prueba de agua, pero es más complicado para las pestañas de tejaban, así que fui a hacerme la permanente de pestañas. Llegue a una estética cerca de mi casa (recuerden, vivía en la nieve pero ya no vivo allá), en este lugar la dueña hablaba menos o igual que yo el idioma local –si hubiera sido latina igual que yo no habría habido tanto problema, pero era de China! En fin, pasó y ya me enchinan las pestañas. Al terminar el procedimiento veo que mis pestañas ya no estaban de tejaban, pero tampoco rizadas; estaban como cuando usé un rizador de pestañas por primera vez, casi en L.
Insisto, no sé cómo nos entendimos, pero el chiste es que mis pestañas eran muy pesadas y debía volver una semana después a repetir el procedimiento, sin costo. $15 dólares después y un par de lentes de contacto quemados por el líquido que le había quedado a mis pestañas, regresé y entonces si me quedaron las pestañas rizadas.
La felicidad duró un mes y después ya no quise repetir el procedimiento, la irritación que me causó era más molesta que usar el rizador y/o la cuchara. No fue sino hace como un año que me las volví a rizar en una clínica de belleza que está por el WTC en el D.F. (si te interesa, puedes acceder a su página desde aquí ). La experiencia fue totalmente diferente, me tuvieron en una cabina con musiquita relajante y aromaterapia, pero además, los productos que usaron en ningún momento me irritaron la piel o los ojos. Tampoco tuve que regresar a la semana, en una sola sesión me quedaron perfectas... ahí si regresé, la pasé tan bien y me gustó tanto el resultado que valió la pena. Creo que en los próximos días, debo hacer una visita a ese maravilloso lugar de nuevo.
Me ha encantado cómo nos has contado tu experiencia con la permanente de pestañas y la pequeña historia del país donde nevaba.
ResponderEliminarUn abrazo!
Catanya
Gracias por contarnos!! un beso
ResponderEliminarme encanto la entrada hermosa!
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